La Desinformación en tiempos de redes

En los últimos años nadie puede negar el creciente protagonismo de las redes sociales a nivel mundial. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos incursionamos en ese mundo virtual ya sea para escribir alguna idea, postear alguna foto o, en el mejor de los casos, recibir información para saber qué es lo que pasa en nuestro país y en el mundo. Pero, así como ahora tenemos acceso a mucha más información en tiempo real y, por tanto, a información variada y amplia, también somos blanco fácil de las llamadas fake news (noticia falsa propalada con algún fin), y tal es la fuerza de estas últimas que han llegado inclusive a superar a la información real y certera.

Si hacemos un balance nos damos con la ingrata sorpresa que la desinformación tiene un mayor porcentaje de consumo que la propia información verificada. Es así que nos cuestionamos el por qué este tipo de noticias son las más leídas y llegan de manera más rápida a los usuarios, cumpliendo el objetivo de aquellos actores y organizaciones que buscan desinformar a un grupo de la ciudadanía que ya de por sí sólo consume y, probablemente, no analiza.

Hoy en día existen consultoras dedicadas a realizar fact checking (verificación de información), las mismas que se encargan de corroborar que las informaciones vertidas en las diferentes redes sociales son 100% reales, llegando muchas veces a desmentir a medios de comunicación «serios», actores políticos que dan información de manera imprecisa, periodistas, instituciones, etc. Cuando una información falsa es propalada, es poco frecuente que alguien públicamente se retracte y asuma su error, lo que hace que muchas veces las personas que leyeron la primera información crean en su veracidad.

En nuestro país una de las instituciones que ha decido desde este año implementar un comité de fact checking es el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el mismo que fue creado con la finalidad de contrarrestar la falsa información que circulaba en diversas redes sociales en medio de la última campaña presidencial, la cual fue tremendamente voraz en desinformación. Si bien es cierto, estas oficinas no forman parte actual del organigrama de estas instituciones, cumplen un rol importante dentro de ellas porque son la fuente directa de información y, por tanto, un activo crítico de la institución como de la ciudadanía que merece estar informada con la verdad.

Sería interesante que esta práctica sea replicada a otras instituciones gubernamentales, y, por qué no, en medios de comunicación como la televisión y la radio, todo ello con el fin de obtener un alineamiento comunicacional en pro de la lucha contra la desinformación y así evitar que una buena parte de la ciudadanía crea y difunda información que no es veraz.

¿Y tú?

¿Analizas toda la información que te llega vía redes sociales?

¿Confías en las fuentes que conoces o crees conocer?

Escrito por Sheila Contreras Yturrizaga